viernes, septiembre 30, 2005

Desconectadas

Trabajo, trabajo y más trabajo. Muchas horas en micros yendo y viniendo por un evento interprovincial.
Por esta razón tuve que dejar la librería, esas horas que tenía Melisa allí.
Con ella casi no nos hemos conectado. No la encuentro en el MSN, y en mail nada.
Sé que estaba por ir hacia el norte, a Normandía antes de empezar su beca.

No sé, la recuerdo con su cara brillante, su risa de fresca, y sus manos volando contándome la alegría por haber sacado esa beca. Cómo no!!! Hacer lo que nos gusta y en Paris. No es poco.

Ya terminó el evento y me estoy tomando este fin de semana para no hacer nada. Encontrarme con algunas amigas, ver unas pelis. Es la vida que me alcanza.

viernes, septiembre 23, 2005

No tanta luz

De un mail de Melissa: “París no es tan luz. Es un verso que nos vendieron (...) Anduve por zonas relocas y por zonas recaretas. Caminás una cuadra y todo cambia. Como el cielo. Ahora parece que un cascote gris está por caer sobre la ciudad.
Te extraño. Me gustaría que estés acá, pero a la vez siento que puedo andar por mi lado. Sé que entenderás esta sensación, y que me conocés, y con nuestros niuevo arreglo, creo que ambas podemos movernos con libertad.
No creas que con esto te quiero «ablandar» para decirte más tarde que se me cruzó alguien en el camino. No es éso. Sólo quería recordarte que ambas tenemos ese espacio para movernos.
(...) Ya ví el tapiz “La dame y el unicornio” y pude intuir por qué Pizarnik iba a ese museo y se quedaba horas observándolo.
Te mando besos rojos en este mail, espero que los puedas ver.
Te quiero, Meli”

jueves, septiembre 22, 2005

Azul profundo

No sé por qué amanecí triste. Así como digo: amanecí. No es que me fuera entristeciendo, algo vino conmigo desde el sueño.
Gusto amargo, resabio de ¿vidas pasadas? Alerta, muy alerta debo estar. Presiento cuando estoy por caer en un hastío peligroso: me dejo estar, envuelta en pensamientos trágicos. Es una picada metafísica: ¿qué pasará cuando no esté? ¿qué puedo hacer por lo míos? Me puedo contestar: pasará lo que deba pasar, nada más.
Como dijo por allí la cantante Laurie Anderson:
“Remember me is all I ask./ And if remembered be a task forget me”. (Todo lo que pido es que me recuerden, y si recordarme es ardua tarea, olvídenme). Muy buena frase.

Debo relajar los músculos de la cabeza y del alma y dejarme llevar. Recuerdo un mail que recibí de una chica, que en su momento tuvo la edad de Melisa, y su compañera se hacía las mismas ideas que yo: la edad, ect. Esta mujer falleció a causa de una enfermedad, y según mi corresponsal, se le fue mucho tiempo en ese divagar inútil.
Que quiero decirme: vida hay una sola, y deberíamos zambullirnos en ella, y beberla toda y disfrutarla, ya que cuando llegan esos momentos en que debemos ponernos serias o preocuparnos de verdad, lo debemos hacer, sí o sí.

miércoles, septiembre 21, 2005

Alergia al día de la primavera

Desde muy chica no me gustó del todo este día, el ¿día del estudiante? Muuucha gente por todas partes, pero muucha. Nunca pude disfrutarlo. Habrá sido problema mío, seguro. Pero bueno, eso me sigue.
Pensándolo bien este día está relacionada con mi primer beso, o algo parecido. Qué raro, lo había tenido borrado hasta ahora.
Eramos muy chicas, y justo nos pescó la maestra que nos había acompañado al famoso pic-nic. Recuerdo que de bronca yo rompí el termo que me había dado mi madre, lleno de Toddy, y como era de esos termos con vidrio adentro, no pude tomar ni una gota de chocolatada. Lo que se diría: me quedé sin el pan y sin la torta.
Y hoy, por más que compré unas lindas flores, como suelo hacerlo, no me siento más unida a esa “algarabía” que hay en la calle y en las plazas.

Pero vino la lectora, como todos los días. Mis intercambios con ella han sido mínimos, sobre los títulos que lleva. Y un par de veces me preguntó si sabía algo de Melisa: “No llegué a darle mi mail” me dijo.

martes, septiembre 20, 2005

Marina

Desde que empecé a mirar “The L word” el personaje de Marina me atrapó: era una mezcla de mí y de mujeres de las que me he enamorado y amado.
Hasta ahora que está de nuevo con Francesca, y cómo debe soportar los “jueguitos” y maltratos de la otra, hasta en eso me siento identificada.
Hay cosas que no me gustan, en las cuales no me veo reflejada, y otras que sí. Por eso creo que me fue fácil decir ese nombre. Salió naturalmente.

lunes, septiembre 19, 2005

La lectora

Se fue a desayunar a La Mariposa, pero dijo que ya vuelve. Suelo verla desayunando y leyendo allí. Me había llamado la atención su forma de comer, de devorar los libros. Ya lo comenté en post anteriores.
Cuando entró a la librería se quedó sorprendida al verme, me saludó, y fue directo a una mesa de ofertas. Parecía buscar a Melisa, que es quien suele atender aquí. Noté que estaba incómoda, como perdida. A mí me suele pasar cuando cambian algo o deja de estar alguien en un lugar que frecuento.
Cuando se acercó con la pilita de libros, le respondí antes de que preguntara: “Estoy reemplazando a Melisa. Ella está de viaje”.
“Cierto. Sabía lo de su viaje, pero no la fecha en que se iría”, fue su respuesta, que por cierto me sonó algo dolida.
“Cuando está ella suelo dejarle lo que selecciono, voy al bar y luego vuelvo”.
“Sí, te he visto en el bar. Recordá que yo estoy hasta eso de las 13 hs., quizá un poco más, pero no más allá de las 14 hs.”
“Okey, entendido”. Antes de salir dio media vuelta y me preguntó: ¿Cuál es tu nombre?
- Marina, mentí.

domingo, septiembre 18, 2005

Relajada

Anoche fui a cenar a “La Mariposa”. A los chicos les está yendo relativamente bien con el resto bar lgtb. La gente se está animando, muy de a poco, a ir.
Algunas y algunos pasan primero por la librería, hacen como quien no quiere la cosa, y luego rumbean para allí.
Anoche fui, y la pasé bien. Cené en un rinconcito, sola, hasta que los chicos se iban turnando y venían a “hacerme compañía” y cargarme porque extraño a Melisa.
Hoy domingo salí a caminar un rato, tomé algo de solcito, me tomé unos mates. Me gusta estar sola, dejarme perder en mis propios pensamientos.
Volví a escribir, y eso me hace sentir bien. Volví a conectarme con una parte mía de la que estaba renegando, podría decir: huyendo.
Así que también escribí al volver del parque, me bañé, jugué con la gata, me tiré a leer un rato y luego decidí hacer este post para decir que estoy relajada, que me siento bien, para ser un domingo que va muriendo.

viernes, septiembre 16, 2005

Irreal

Escuchar la voz amada que “sale” de la computadora es bien irreal. Un alma acuartelada detrás de un monitor.
Es sólo voz, no tengo cámara, no me interesa. La recuerdo, la dibujo en mi cabeza, la beso en la lejanía. París está nublado, pero no para ella. Camina, camina mucho. Está parando, por ahora, en un hostel de la “rive gauche”, muy cerca del Sena.
“Es como vos me contesta” me dice excitada, “ya hice algo de «tu» recorrido”. Me halaga. Me halaga que tenga en cuenta lugares por donde anduve, por donde amé, por donde me perdí.

jueves, septiembre 15, 2005

Poema

Lengua de piel
de serpiente, lengua
de agua, marca cuando muerde
pura de deseo, pura
la saliva que clava.

Lengua de agua, curva,
índice que toca, roza
la lava. Puro volcán
volcado a la vuelta
del temblor. Toma de mí
y haz de mí, este pozo
donde nada puro
crea este amor.

LLA

PD: parece que volví a escribir poemas. Hmmmm.

miércoles, septiembre 14, 2005

Entre libros

Reemplazo a M. en la librería “El Albatros” hasta su regreso. Los chicos me preguntaron si lo quería hacer, y les dije que sí. Desde allí también puedo ocuparme de mi trabajo principal... aunque esto de estar entre los libros es muy lo mío también.
La madera de los estantes parecen tener su aroma, el de M., ¿o es que ella llevaba a casa este perfume?
Decir que ya la extraño suena cursi, demodé. Pero es así. No other way.
Say no more, diría Charly García.

Un verso de Adrienne Rich

Releyéndola, busco alivio. Ella viene a mí. Me sacude, me ilumina, se desliza en mi alma:
“Si lográramos aprender a aprender del dolor/ incluso cuando nos atrapa”.

martes, septiembre 13, 2005

Su voz

Dulce, más dulce, del otro lado, ya con acento francés. Sus palabras se amontonan, me cuenta las primeras horas.
Un poco de lluvia, un poco de sol. “Así es París” le digo.
Y sus palabras vuelan, saltan; su voz, ahhh su voz, me hace cosquillas, me nombra, me besa, me lame.
No puedo dejar de recordarle y más tarde hacerle el amor, hacerme el amor.

lunes, septiembre 12, 2005

No poder... nada

No podía, no quería volver a las palabras, a este mundo... quería perderme en otro, crear otro, empezar de cero... pero tampoco podía, ni quería.
Soy la que soy, la que ha estado aquí, sola o acompañada. La caida es dulce, dulce el amor del ocaso. Sola y no tanto. Dolida y azul.
Me lanzo, me sumejo. Crezco y despliego las alas.
Sola y no tanto, al menos sin Melisa aquí, ya partió. Fue a la ciudad luz. Celebremos el vuelo de la paloma. Fly, fly my darling.