- Me podés decir para qué contratás albañiles si vos andás detrás de ellos.
- Es una buena pregunta, pero como voy encontrando cosas en cada rincón que van limpiando, quiero quedarme allí.
- ¿Y vas a vivir ahí también? me pregunta.
- No lo sé, no quiero mezclar el lugar de trabajo con el espacio personal, pero cada vez lo pienso más y tengo ganas de vivir allí y conseguir otro espacio para el centro cultural.
- A vos sola se te ocurre arreglar la casa que fuera de tu vieja y poner un centro cultural.
- Era eso o el spa a medias con Roberto, le digo buscando un cigarrillo que quiero dejar de fumar.
- No te veo con un spa, salvo dándole masajes a las chicas.
- Andá no seas guacha, que ya a esta altura parezco la Virgen de Santa Lucía.
- ¿De verdad? ¿Ni un piquito? ¿Ni una paja?
- Che, eso no se pregunta. Paja, claro que sí, pero un cuerpo humano, real, no.
- ¿Y Bárbara?
- Es divina, es hermosa, y muy buena persona, pero no quiero hacerla mierda, no se lo merece. Mirá Amanda...’
- Te miro, amorcito, te miro, me dice pasándome un amargo.
- Mirá, lo de Melisa me dejó como amarga, demasiado ácida, con ganas de morder a quien pase por adelante mío.
- ¿Te la cruzaste? Santa Lucía no es tan grande.
- Sí, en el supermercado, estaba con otra pendeja que no conozco.
- Hmmm tu tono me suena a celos...
- ¿Celos? ¿Yo? Andá. No, sólo te digo que no conozco a la que estaba con ella. Ni quiero conocerla. La ciudad es chica, como vos decís, pero creo que ella se está cuidando de no andar por mis zonas, que ella conoce bien.
- Decime Elvira, decime con el corazón en la mano: ¿alguna vez te enamoraste de verdad?
- De Melisa.
- Digo antes, y que haya durado.
- Ja. Linda pregunta me planteás un miércoles a la mañana. Sí, me enamoré en serio, pero de eso no quiero hablar.
- ¿La conozco?
- Sí, la conocés, si sos como mi sombra.
- No exagerés. Pero quiero que me hables de ella, dale.
- Algún día lo haré, pero ahora debo ir a la oficina y luego a la obra de reconstrucción de mi nido de infancia.
Nos abrazamos y salí para acá, antes de que se largue la lluvia. Cielo amenazante y los albañiles por las dudas no vinieron.
Tags: