domingo, octubre 01, 2006

Con las cartas sobre la mesa (I)

Renata acaba de irse, cuando anoche llegó luciendo el famoso vestido, y me dijo: “quiero estrenarlo con vos”. Creo que mi débil beso, que mi débil abrazo me delataron: “¿Qué te pasa?”, me preguntó. Le dije que nada, que sólo cansancio; que no esperaba verla así, tan producida, más cosas dije que no vienen al caso, ya que terminamos curtiendo de todos modos. Por momentos me siento la Justine de Sade, que le daban por todos lados y ella ni se enteraba cómo, mezcla alucinada de inocencia y pelotudez, y locura moralista del Marqués, sin duda alguna.

Renata acaba de irse, ya han pasado unos minutos más. No sé si volveremos a vernos, la menos hoy. Renata se va y se lleva su misterio con ella, como dentro de una valijita para títeres.

Fue esta mañana cuando más que preguntarle le dije, o ambas cosas a la vez: “¿que papel juego yo en tu relación cordobesa?”. Me miró, se puso medio pálida, y esgrimió: “¿de qué relación me hablás?”.
- Eso no lo sé, sólo sé que existe y lo único que quiero saber es qué papel juegoyo.
- Me parece que estás muy convencida de algo que no es, Elvira.
- Digamosle ¿tu prima?.
- Estas loca! Primero porque no pasa nada con ella, y segundo porque cómo podría tener algo con ella, es una parienta.
- O así le ponemos a la relación para que no parezca que lo es, quizá, le dije yo levantándome de la cama.
- Elvira ¿qué me querés decir con todo esto? No entiendo nada.
- Que sé que la voy de amante de una relación que ya existía o bien tenés una amante que toma mi lugar de vez en cuando, la miré fijo; se largó a llorar. Nunca pensé ver a Renata llorando, no sé por qué, pero bueno, esa es la imagen que me daba.
Le alcancé un cajita de pañuelos, se sonó fuerte la nariz, y me dijo: “No sé cómo ni quien te dijo esto, que es una verdad a medias”.
- Renata, soy toda oidos, le dije sentándome en el borde de la cama.

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5 comentarios:

Fiamma dijo...

Desconfiá de las verdades a medias.
Desconfiá de las lágrimas.
Desconfiá de las mujeres.
A veces es insostenible ser "lesb-iana". HAbría que volverse... ¿¿"vegetar-iana", digamos??

Anónimo dijo...

Yo me pondria un disco de Jorge Drexler, fumaria un cigarrillo.
Y meditaria en, de que manera uno erradica a esas mujeres violentamente deseadas del alma?

Anónimo dijo...

Tu lo que quieres es matarnos de la intriga... Elvira malita...

Margarita Salas dijo...

lo de Justine me recordó a Sabina: "a ti que te la montas de niña tonta en medio de una orgía..."
Maggie

Anónimo dijo...

Hola Elvira! Encontré tu blog por el foro tresjolie. Lo empecé a leer, pero no entendía mucho la historia, así que me lo leí TODO! Es muy atrapante y te expresas muy bien.

Ma' que Montecristo ni ocho cuartos! Yo me quedo con esta novela!

Y con respecto a tu ultima entrada.....Que paso!? Que te dijo!?

Que intrigaaaa!!!