Reemplazo a M. en la librería “El Albatros” hasta su regreso. Los chicos me preguntaron si lo quería hacer, y les dije que sí. Desde allí también puedo ocuparme de mi trabajo principal... aunque esto de estar entre los libros es muy lo mío también.
La madera de los estantes parecen tener su aroma, el de M., ¿o es que ella llevaba a casa este perfume?
Decir que ya la extraño suena cursi, demodé. Pero es así. No other way.
Say no more, diría Charly García.
miércoles, septiembre 14, 2005
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1 comentario:
Qué lindo trabajar en una librería. Mi compañera también lo hace.
¿Es de usados?
Saludos, Eva
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