Escuchar la voz amada que “sale” de la computadora es bien irreal. Un alma acuartelada detrás de un monitor.
Es sólo voz, no tengo cámara, no me interesa. La recuerdo, la dibujo en mi cabeza, la beso en la lejanía. París está nublado, pero no para ella. Camina, camina mucho. Está parando, por ahora, en un hostel de la “rive gauche”, muy cerca del Sena.
“Es como vos me contesta” me dice excitada, “ya hice algo de «tu» recorrido”. Me halaga. Me halaga que tenga en cuenta lugares por donde anduve, por donde amé, por donde me perdí.
viernes, septiembre 16, 2005
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1 comentario:
Escuchar una voz que sale desde el ordenador me produce escalofrío.
Pero sirve para estar conectadas.
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