Siento que viene, o mejor dicho: ya está instalado. Hastío, cansancio, aburrimiento. Mar y cama, too much.
Me siento y escribo mi vida, trato de hacerla vivir en palabras que a veces no alcanzan para decirme.
Una vez, hace ya más de 10 o quince años tuve un amor en Mar del Plata. Ella era de Haedo, vivía allí, y sus viejos tenían un depto. en “la feliz”. Nos escribíamos, éramos “pen pals”, de alguna manera. Ella nunca había estado con una mujer, y yo moría por ella.
Encontrarnos a solas era un kilombo: sus hermanos allí, y yo compartiendo con unas amigas “hetero” el lugar donde paraba. Estábamos todo el día juntas, en realidad desde el atardecer hasta el amanecer. Eramos silencios, eramos música de jazz en las veredas. Lo hicimos en un parque, la primera vez, bien entrada la noche, mientras los haces de luz de la linterna de la cana trataba de encontrar el lugar desde donde venían los jadeos. Pajeros de mierda!
Lo hicimos donde pudimos, pero poco. A mí me quedó gusto a poco. Partimos después cada una hacia su ciudad: ella conoció un flaco, quedó embarazada, tuvo a su niño, yo pasé por otras etapas, por otros amores. Pero a ella aún la recuerdo. Su nombre tenía la palabra mar en su comienzo.
Tags: lesbianas, lesbiana, argentina, romance, amor, erotica, deseo, pasion
martes, febrero 07, 2006
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1 comentario:
A las dos nos dio por recordar amores del pasado...
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