martes, octubre 11, 2005

Andrea y su lugar

A ver cómo lo cuento. Empiezo por la cena: maravillosa: carne al horno con vegetales. Estaba sabrosa. El tinto que llevé casó perfecto con la comida.
Paso al lugar: un living comedor, no tan grande, con unas estanterías con libros, y un bue equipo para poner música. Desde allí distintas puertas conectando a: la cocina, al baño, al dormitorio y a otra puerta que no descubrí hasta más tarde: un escritorio saturado de libros, y una computador portátil en un rincón. No podía creer lo que veía, pero era realidad.
Un departamento sobrio y bien sencillo para una chica de su edad, y decorado con buen gusto. Y esa pieza: una pieza sólo como escritorio... no es muy común ¿no?
No sé. La cuestión es que fueron pasando las horas entre copas de cavernet-sauvignon y música. Cuando nos quisimos acordar eran las dos de la mañana.
Ahí le pusimos fin a la velada. Yo rumbién pa mi casa, y ella se quedó allí.
¿Por qué me detengo en su espacio? Porque creo que dice mucho de ella, y sobre todo de sus silencios y de la manera que tiene de observar el mundo.

Lleva un diario desde los catorce años; sus padres murieron en un accidente, y de golpe se vió con una pequeña fortuna en sus manos. Compró ese depto, puso en alquiler la casa familiar, que conozco, no queda muy lejos de mi oficina. Es licenciada en Letras, UNR, y escribe para algunos medios digitales, sobre todo de afuera.
Demasiado madura, demasiados golpes. Demasiado linda, por dentro y por fuera.
Tiene una sonrisa franca, fresca. Me da la impresión de que ella es como un grano de pimienta en la boca.

2 comentarios:

Tu conciencia dijo...

JA!
ENCANTAMIENTO!

нιр снιс lамву dijo...

Wow me encanta la manera en la q hablas de su casa, su 'espacio' soy geógrafa y en muy pocas ocasiones he conocido gente q se detenga a pensar en eso. Gran Blog. Saludos.