Como ellas la vida trae y aleja de nuestras orillas fragmentos de otras vidas que nos competen, fragmentos de naufragios, botellas al mar.
Las mareas son el resultado de la influencia de la luna sobre el agua, sobre lo líquido, sobre aquello que de fluido tenemos las mujeres.
Flujo y reflujo. Marea alta y baja. Conchas, caracolas, algas, corales contribuyen para la construcción de nuestros relojes de arena.
Todo llega, todo se va: Melisa se va a París el domingo próximo; mi “madre” llega en cartas, ya muerta.
Todo alrededor gira de manera vertiginosa. Todo se desploma como un alud y se vuelve a levantar como ese truco de las cámaras yendo para atrás con lo filmado.
Todo lo que sabía de mi vida se desvaneció.
Todo lo que sabía del amor se desvencijó.
Todo lo que parecía bajo control se precipitó por la cuneta.
Todo lo que empezaba a florear floreció en jardín ajeno.
lunes, noviembre 21, 2005
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2 comentarios:
querida amiga, vive el momento presente hasta el domingo te queda de disfrutar mucho de Melisa....la vida es corta pero ancha....muy ancha...aprovechala...un beso
Todo volverá a su sitio. Tranquila.. Es el momento de dejarse caer un momento a tomar aire para volver a avanzar..
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