Uff, tengo esa sensación en el estómago, y en la garganta. Esos restos de resaca, que por más te de jengibre, no se te va en casi todo el día. Poca resaca de bebida, mucha de cogida. Uy, ando mal pa’ las letras. Ando como puedo, en la casa. La abstinencia ajena ha hecho estragos en mi cuerpo, claro, yo ayudé un poco.
Sí, fui a la fiesta de “La Mariposa”; a diferencia de otras veces, bailé. Salí de la mesa o de la barra y anduve por el salón: había varias/os conocidos; me iba detrás de la barra y ayudaba con alguna copa, hasta que nos vimos. Sí, fue mutuo, y tipo como en las películas, flishhh y chac: las dos miradas se juntan, se cruzan, hacen splash una en la otra. Pero nos ignoramos. Sí, como dos señoras recatadas, de más de cuarenta. Cada una por su lado, sola. Hasta que a eso de las 11 de la noche se acercó a la barra y pidió un daikiri de frutillas. Yo estaba rompiendo hielo, y casi me corto la mano. Wow su voz: mezcla de Bellessi y Jean Moreau. Me di vuelta y de nuevo las miradas, pero esta vez se sumó una sonrisa. Apenas pude responder, pero lo hice.
A la media hora, estaba sentada en una mesa, fumando y pensando en nada o intentando no pensar en nada, es decir en Melisa, cuando Roberto me trajo me trajo un daikiri como el que ella había pedido.
- Te lo mandan de regalo, me dijo.
- ¿Quién?
- Mesa 14, del lado de la ventana.
Allí estaba haciendo el gesto como de brindis a la lejanía, pero creo que en 10 segundos estaba en mi mesa.
Se llama Bárbara, 45 años, abogada, separada desde hace un año después de haber convivido cinco. Cabello largo, entrecano, peinado en una especie de rodete. Jean, camisa y manos fuertes, pero tiernas.
Charlamos de que raro que nunca nos habíamos visto, si el trabajo, si Santa Lucía, que la soledad, que las separaciones, que las relaciones abierta, que si querés un café, dónde, en mi casa, okey, vamos.
Al grano, sin dilación, con urgencia, con sabiduría, con ganas. Me confesó: 9 meses sin coger. Le dije sonriendo: se te nota.
- Qué mala que sos.
- Se te nota, qué querés, y la besé.
- Que me mientas. Sos linda.
- Vos sos la que mentís.
- No, sos linda, pero ese piercing....
- Mejor no hablemos de ciertas cosas.
viernes, diciembre 09, 2005
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7 comentarios:
una llevaba 9 meses y la otra.....9 dias? En fin, la fidelidad utopia en extincion...
jajaa..¿es posible?...¿no es inventado? Yo llevo casi un mes sin ver a mi chica y....bueno..cada una...pero no me parece....¿te lo estas inventando?
si te amaras...en fin no lo acabo de entender y soy mujer y quizas con mas ganas que tu de tener ese abrazo y ese beso que nos funde....pero la fidelidad para mi es esencial.....¿solo una aventura de una noche? así tan rápido.....¡me estoy volviendo vieja!.
Joana
Es sorprendente como todos son opinologos...
Mujer... relajate y goza!
Namasté
Q lindo q lo pasaras bien. Se te nota cdo lo pasas reketebueno
tengo una pregunta. La conociste en una fiesta, en un bar...? Roberto es el camarero de un bar?
lo siento... no miré posts anteriores.
Otra pregunta. La última. A ti parece que Rosario te ahoga... pero debe ser lindo no?
Querida tenés que pasaros por MAdrid...
SL2
DG
Che Diego, LLA no vive en Rosario, y para enterarte lee la cartografía, ahí está en una columna de la derecha.
Saudos, LadyMe
mmm lindo relato una aventura mas,es facil creer q existe lo imposible "fidelidad!
amar-desconfianza-celos-deseos-mutacion.
x eso nada es para siempre!
x eso todo es esfimero!!
x eso vivimos!
x eso morimos!
carpe diem-vive el momento!!!
Efímero se escribe con tilde y sin la letra s.
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