Un par de noches atrás “La Mariposa” estaba temática: día griego. Así que con Renata pudimos degustar unos ricos vinos griegos, musaka (que estaba excelente) y muy buena música.
Yo al comienzo estaba un poco tensa, hacía mucho tiempo que no cenaba con otra mujer a solas (que no sea una amiga). Renata tiene ese dejo de libertad, de histrionismo que es delicioso: sus manos hablan, su cuerpo habla, además de su voz.
La pasamos muy bien, y me reí como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Roberto, mi amigo y dueño del restobar me cuidaba de lejos. Estaba emocionado, según me dijo, porque volvía a tener una cita.
- No es una cita, Rob, es sólo una cena con una persona con la que creo la puedo pasar bien, sólo eso.
- Hmmm, querida. Yo sé leerte tu mirada, y ella me está diciendo otra cosa, y por cierto que la de ella también.
- ¿La de ella? le pregunté algo inquieta.
- Sí, pero mujer, no te das cuentas que le gustás.
- No, te juro que no. Debo estar ciega.
Cuando salimos caminamos un rato ya que la noche estaba muy linda, serena, no muy fría. Charlamos sobre los paisajes que nos gustan: mar, montaña, nieve. Después de unas cuadras nos despedimos, y quedamos en llamarnos.
Anoche recibí su llamado: quiere que nos veamos el 1ro de julio. Le dije que sí, así que espero con ganas ese desayuno.
Tags: lesbianas, lesbiana, argentina, romance, amor, erotica, deseo, pasion
viernes, junio 30, 2006
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1 comentario:
debés estar desayunando o y habrás terminado... me alegro de encontrarme de nuevo con tus textos, con vos....
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