lunes, septiembre 11, 2006

Come on and Take it! take another piece of my heart baby!

Antes de que golpeara la puerta, antes de abrirla, supe que era ella. Un modo de tocar, de anunciarse, y un perfume particular. Le pedí a Gloria que se quedara y que nos trajera un café. Quería que la reunión fuera de lo más formal. Pero era imposible, Melisa estaba allí, sentada del otro lado de la mesa después de ¿cuántos meses? Ni idea, había perdido la cuenta, como la fui perdiendo a ella, y a la magia del amor.
No podía dejar de mirarla, ella se daba cuenta, y mantenía la mirada fija en los papeles del presupuesto. Me dijo que está trabajando con el padre, desarrollándole todo lo referido a diseño e intranet. Me dijo que vive un tiempo en Buenos Aires y un tiempo en Santa Lucía.
- ¿Y vos? me preguntó.
- Yo ¿qué?
- ¿Qué hacés de tus días?
- Trabajo, leo y comencé a escribir una novela.
- Muy interesante. La podré leer alguna vez.
- Sí, quizá alguna vez.
- Supe que te mudaste, me dijo.
- Sí, pero aquí, en la oficina, es donde se me puede localizar más rápidamente.
- Vos sabés que si yo quiero puedo localizarte rápido, ¿no? me disparó.
Suspiré hondo y dije: “Melisa, por favor, llevale estos papeles a tu padre y decile que me confirme y comunique por fax lo que está bien y los cambios. Creo que esta no es una reunión de índole personal entre vos y yo”.
- Sos una vieja gruñona, sabías?
- Sí. Lo sé muy bien. Vos me convertiste en eso.
- No seas patética Elvira, ambas nos lastimamos y ambas nos amamos. Creo que nos debemos una especie de última cena, o último café. ¿Qué decís?
- Mi respuesta ahora es no, dije abriéndole la puerta.
- Ok. Vos también sabés dónde podés localizarme, para lo más y para lo menos formal, se acercó y me besó en la mejilla, y bien de frente me preguntó: “todavía tenés el piercing?”.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

desde lo más profundo, elvira, y lamento decirte esto. quería que m. hiciera su reaparición, aunque esté con su pátina de resentimiento y niñez. es ella, es casi el amor imposible y deseado y odiado de todos nosotros. la otra: es lo cotidiano.

besos!

Anónimo dijo...

Chan!

Anónimo dijo...

Coincido con Lector, Elvira, creo que Melisa se ganó el corazón de varios lectores, y ya se la extrañaba, más allá de lo que te pase a vos.

Besos, LON

Anónimo dijo...

Está muy bueno lo de las categorías, arma realmente tu mundo.
Gracias por este laburo!

Limon maduro