Hoy me tomé el día, me quedé en casa. Acomodé, limpié, salí temprano a hacer unas compras; me compré los últimos chocolates de la temporada, una tirita de asado.
Ahora estoy tomando unos amargos mientras veo cómo Natalie Barney juega con la Santa Rita (buganvilla en otros países, o veranera). Está hermosa, muy “florecida”. Me encanta ver a la gata jugar entre las plantas. Me da paz y alegría.
Hoy pinta ser un día así, tranquilo, con tiempo para no hacer nada de lo super urgente, de lo super cotidiano. Ya sé que la semana que viene me llegan todos los pedidos relacionados con las fiestas, así que debo relajarme ahora lo más que pueda.
Tengo pendiente el encuentro con mi media hermana para poder empezar a hablar, y tengo a medias una carta, sí, sí, una de esas que aún se escriben en papel, para Melisa. Le quiero mandar una carta donde le agradezco todo lo que hizo por mí desde su llegada sopresa las otras semanas atrás. Esa es la idea, pero como viene, para ser la historia de mi vida, mi novela personal.
jueves, diciembre 01, 2005
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1 comentario:
hay días muy buenos para reflexionar, para regalarselos y disfrutralos..se deben aprovechar ya qe a veces no hay mucho tiempo.
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