Siempre me gustó Led Zepp. Y este tema viene muy bien para este momento ¿mental?
Estoy en un hotel en una de las avenidas más francesas de la república argentina. Y en el techo se dibujan las luces de los autos, se escuchan las bocinas. Pedí habitación a la calle, así me inunda el mundanal ruido. Es más, pedí la misma habitación en la que hice el amor, por primera vez, con Elsa. ¿La recuerdan?
Las luces van dibujando mapas sonoros que se mezclan con el humo del cigarrillo. Hace un frío de cagarse. Un frío que el chocolate que tomé en La Giralda no pudo alejar.
Como siempre compré unos libros, no puedo dejar de hacerlo cada vez que vengo a Buenos Aires. Y menos en este viaje de ¿transición? ¿de tiro por elevación?, de puros signos de interrogación.
Soy sólo una mujer, perdida en su propia estupidez. Perdiendo la cabeza por una mujer que la pierde por ella, pero mejor no. Ver qué pasa. Cómo arreglamos el cristal que se quebró.
Algo en mi interior hizo crack. Voilá. Aquí estoy, en esta pieza de hotel, en la avenida más francesa de este país. Sola. Esperando que se hagan eso de las 21:30 hs. La llamé a Elsa. Quedamos en vernos en el Café Montserrat. Al menos nos juntamos allí. Después veremos. Después veré.
Frío, humedad, sal en los labios. Garganta seca. Y el viaje continúa. Rosario, Paraná, Córdoba. Escalas del olvido.
Wish you were here, my love.
viernes, mayo 06, 2005
Living, loving, she’s just a woman
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