(por la tarde)
- ¿Ves? El local está rebueno, y está cerca de la librería. Hasta podríamos hacer una sección de literatura lésbica, gay, queer, qué sé yo! –dijo Roberto dando una pitada al cigarrillo.
- Está muy bueno. Con unos cuantos arreglos quedará perfecto –comentó Melisa.
Yo me puse a recorrerlo, pensando qué se necesita hacer.
- ¿Bar solo?, pregunté
- Por ahora sí, pero pensamos con Damián en un Resto-bar.
-Buena idea, dije.
- Y abierto todo el día.
- Más que buena idea. Habrá que ver quiénes se van animando!
- Mirá, ..., la cuestión es que vengan, si vienen sólo a la noche, abriremos en ese horario para no perder guita, y si da todo el día, todo el día será.
- No me dijeron qué nombre están pensando.
- “La Mariposa”, dijo totalmente excitado Roberto.
- Ay, no, entre este y la librería tendremos un zoológico.
- Andá, que sos loca! Pero te quiero igual!, me dijo abrazándome fuerte.
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