martes, mayo 03, 2005

Ella en su mundo

A eso del mediodía se me acabaron los cigarrillos y salí a comprar eso, café y unos bombones para pasar la tarde. Como estaba hermoso el día me dije por qué no caminar un rato por el boulevard?
Y hacia allá partí. Iba pensando en nada cuando la ví a Melisa en un bar, estaba con cuatro o cinco chicas más, todas de su edad.
Me quedé detrás de una garita y me puse a observarla. Fue muy raro, pero quise hacerlo, ya que no me animaba a pasar por la ventana del bar y menos de entrar.
Tenía el cabello recogido en una especie de esos rodetes que son poco estables. Se le veía esa nuca que he besado ya tantas veces en tan poco tiempo. Se sonría, la vi tomar un gaseosa light (qué asco!!), y la vi gesticular mucho.
Por momentos todas parecían hablar a la vez, y no dejaban de pasarse papeles. Verla allí, entre sus pares, fue una especie de visión que no esperaba tener, al menos tan pronto. Ese otro mundo, su mundo y sus amistades, sus compañeras, alguna ex amante ( por qué no).
Y el vértigo de la edad. Quizá si entraba en el bar ellas hubieran creido que soy su madre.
No. Me quedé allí un rato y me pegué la vuelta a la oficina. Y debo haber quedado algo tildada porque cuando me llamó para ver si nos veíamos esta noche, le dije que hablábamos más tarde.

5 comentarios:

Mathilde Kiedis dijo...

de verdad es mucha la diferencia de edades?
saludos

Elvira P. dijo...

Son 20 años querida!

Anónimo dijo...

¡Qué jugadoras las dos! (fui la más joven y la más vieja con 20 años de diferencia). A disfrutar.
La niña de tus ojos.

Anónimo dijo...

y qué?
Para qué hacerse problema? Si la pasan bien juntas.....
¿vos te acordás lo difícil que es eso?
No le busques el pelo al huevo, la 5ta. pata al gato, etc, etc
Ánimo!
VALE

Anónimo dijo...

mal mal mal. Hubieras entrado y dicho: "Ya mija, es hora de hacerte los masajes!"