Domingo de pasta, de ñoquis y de mucha humedad. Amasó Melisa y comimos con los chicos de “La Mariposa”. Ya falta poco para la inauguración.
El ambiente estaba un poco tenso, los chicos no sabían en qué situación estábamos nosotras. Melisa intenta mostrarse de lo más distendida, yo voy intentándolo de a poco. Se nota el sacudón, el reacomodamiento.
Melisa insiste que, como prueba de amor, me haga un piercing: “Así no te olvidarás tan fácilmente de mí”. Yo le digo que ni loca. Ella insiste. Tenés que hacértelo en un pezón, y mientras lo dice me muerde allí mismo: “Dale, así te lo engancho con el de mi lengua”. Nooo. De sólo pensarlo me duele!
Y a partir de allí comenzamos una discusión sobre la validez de las pruebas de amor y qué son en realidad.
Hace un rato se fue a su casa. Vuelve más a la noche. Yo me quedé fumando y sacando unas hojas bien viejas a una planta del patio.
¿Qué es una prueba de amor? ¿Qué hacer con ella? No lo sé, ni lo quiero pensar mucho. En las últimas horas, cada vez que quiero pensar una boludez, me acuerdo de lo que pasó y paso a otra cosa. Quiero la tranquilidad de la construcción, del amor. La quiero.
domingo, mayo 29, 2005
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2 comentarios:
La verdad no se como llegue hasta aca, lei algunos de tus post y me gusto mucho el "neocounter".
Te mando un abrazo.
hola!!!!!!!
hace un tiempo leo tu blog y la verdad es que esta semana estuve muy triste por tu ausencia.
soy total y absolutamente paqui, tengo 27 años, dos hijos y un marido. vivo en méxico hace 6 meses. tu historia de amor, como toda historia de amor me puede así que en lo posible, no nos abandones.
te mando un beso
ah y mi blog es mexicomemata.blogspot
juli
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