miércoles, mayo 11, 2005

Salir del armario

Tenía 19 años e Inés tenía apenas tres más. Éramos dos pendejas enamoradas, y nos comíamos el mundo. Ese que quedaba ahí afuera, ese que apuntaba hacia Buenos Aires o bien hacia Rosario. Éramos tan jóvenes y nos enamoramos. Estábamos locas una por la otra. Día y noche, noche y día juntas. Fue mi primera relación con otra mujer, con otra persona. Ella encaró, yo no lo pude creer, y allí estuvimos. Tres años. Al poco tiempo de salir, yo decidí decirle a mi mis viejos lo mío, ya que se había concretizado en algo, no era sólo lesbianismo platónico. Pero lo hice sin consultarlo con ella.
!La que se armó! Ella no quería que todo el mundo supiera que ella era lesbiana. Yo le expliqué que mis viejos sabían que yo era. No le había dado ningún nombre.
No fue fácil, vernos, amarnos y seguir construyendo algo. Pero la pasión era muy fuerte. Y tener pasión en un lugar como Santa Lucía no es muy sano, salvo que estés pensando en irte de ahí.
Lo habíamos planeado. Cuidadosamente. Pero cuando llegó el momento, casi con los boletos de micro en la mano, yo dije: “me quedo”. Inés nunca me lo perdonó. Por eso Amanda insiste con que la dejé ir. Por lo que supe, se fue con el tiempo a Estados Unidos, y allá se casó con un tipo. Me dicen que tiene una hija. Nunca salió del armario, nunca dijo nada.
A mí me echaron de un laburo, pero a escondidas, no.

10 comentarios:

Irrlivre dijo...

No es fácil salir del armario. Algunas dicen que no se termina de salir nunca. Siempre hay alguien que conocés y que no sabe que sos lesbiana, y hay que hacerlo otra vez.

Ah! Feliz primer mes.

Anónimo dijo...

Exacto. una siempre está saliendo del armario constantemente. La cosa es tomárselo con buen humor :-)

Anónimo dijo...

Por otro lado (casi lo olvido): al menos tú e Inés tuvieron una relación hermosa. Yo, de apocada y tímida que fui, tardé mucho más en aprender a ser feliz...

Anónimo dijo...

Yo ya no me corto... Si por ejemplo andan hablando de chicos, yo hablo de chicas y tan pancha. Si hay algún desconocido normalmente alucina y le da tanta vergüenza preguntar que, sencillamente, no pregunta. Y así me ahorro el tener que estar contando la historia una y otra vez. Y menos mal, porque es un tostón de historia. :)

Mathilde Kiedis dijo...

es que debe ser dificil dar ese paso,tengo un amigo gay que tenia mucho mucho miedo de decirlo,ya sabes tabues sociales etc,ahora se siente mas liberado pero bueno,es cosa de estar listo (a) y que mal que se haya casado porque pues los verdaderos sentimientos y necesidades no pueden suprimirse toda la vida.
como has estado? tiempo sin pasar!
saludos

Anónimo dijo...

Caro y yo somos amigas desde los 4 años. Vecinas primero, luego compañeras de primaria y de secundaria. A los 14 hizo una especie de coming out entre los más íntimos (1984, comienzo del fin de la primavera alfonsinista en un barrio del Gran Buenos Aires) y nunca más dio explicaciones a nadie; se enamoró, tuvo novias que se animaron a construir algo y otras que no. Viajó por Italia y por el sur del país y en el 97 se instaló en la que fuera la casa de sus viejos con mujer e hijo. Cuando volvió la primera pregunta de rigor fue: Te casaste?, a la que la flaca respondía presentando a Alejandra. Así fue como aprendí a hablar del sexo y del amor con otr@s sin dar nada por sentado, lo cual ha facilitado charlas como las que describe Top. Otra vez soy vecina de Caro y uno se alegra de ver la felicidad de los amigos (vive hace 8 años con Alejandra y Martín, el hijo de Alejandra, en una relación de mucho amor, compromiso y compañerismo) aunque sabe que siempre es un trabajo arduo y siempre, un intolerante cerca. En nuestro barrio (Munro, más bien de clase trabajadora venida a menos) el único chiste emitido -por el carnicero- con respecto a las chicas (que fue desaprobado rápidamente por las comadres) fue: ¡Pobre Martincito! ¡Si una madre te vuelve loco, lo que será tener dos! Saludos - Mariana

Anónimo dijo...

amo con locura a una mujer!!! nunca se lo dije!! salir del armario... ¿podre hacerlo algún día?, mi armario es ella y yo para ella su fiel amiga (si suena a un perro fiel, esa soy yo...)

Anónimo dijo...

aqui estoy de nuevo paseando por tu blog... soy la fiel "amiga" y, adivina que? ésta mujer fiel comprendió que debía ser fiel consigo misma, tomo valor y se lo dijo, se lo dijo TODO... pero podrás imaginar que el final de este relato no es felíz!
El armario, los armarios, creo que es mucho más grande de lo que pensaba y, cuando por fin dí ese salto y me animé a ser yo misma, ella aun no! y quizás nunca lo haga.
Sigue escribiendo Elvira que tus palabras han servido de mucho en mi vida!

Gracias

Little Red Riding Hood dijo...

me gustó saber como saliste del armario. Estoy en esta etapa, (tengo 17 años)y quiero contarselo a mi madre...

Anónimo dijo...

Posiblemente no sea lesbiana, sino bisexual.