- Hola.
- Hola, ¿hablo con ... ....?
- Sí, ella habla.
- Hola! ..., soy Gloria S. ¿Te acordás de mi? 3ro B turno tarde!
- Ahh, Gloria, como estás?, pregunté con ganas de colgar.
- Te llamaba para invitarte a una reunión con las ex de la escuela.
- Ahh. Mirá Gloria, esas reuniones mucho no me gustan. Pasa mucha agua bajo el puente, viste?
- Sí, te entiendo.
- Gracias.
Y de la nada:
- Vos ..., seguís... seguís
- ¿Qué?
- Saliendo con mujeres?
- Sí, ¿por qué? ¿querés probar?
- Ay, andá, sos la misma loca de siempre.
- Sí (y sobre todo coherente dentro de mi locura). ¿Por qué lo preguntás? ? Estás haciendo algún censo?
- No, sólo curiosidad. No sé. Fui una estúpida, disculpame.
El tono que usó me sonó raro, como avergonzado.
- Vos vas a ir a esa reunión? No te recuerdo muy sociable, le dije.
- Ja. Sí, voy a ir. Fui a una hace muchos años, y después dejé de ir. Me aburren.
- Entonces dejame pensarlo. Quizá entre las dos nos aburrimos menos.
- Dale, pensalo, te quedan unos días. Te dejo mi teléfono.
- Ok. Cualquier cosa te llamo. Gracias por avisarme y no te quedes mal por lo de la pregunta.
- No sé en qué pensé cuando te la hice. Bueno te mando un beso.
- Besos, chau.
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2 comentarios:
Bueno.. tu la conoces más pero.. yo creo que ne general y salvo casos muy excepcionales todo el mundo merece otra oportunidad..
jaja, se pensaba q se te había pasado esa manía tonta de salir con mujeres? jajaj..
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