viernes, abril 29, 2005

En casa: arroz con camarones

Esta vez fue ella la que se fue a su casa a la madrugada. A eso de las 3. No era necesario pero ella insistió. Que tenía que ir a la Facultad, que tenía sus cosas en su casa, etc. Le pedí que me llamara cuando ya estaba en su casa. El remise se la llevó en el frío húmedo de esta ciudad portuaria.

Cocinando espero
Ah, la noche comenzó al poco tiempo que escribí el último post de anoche. Fui al mercado, compré algunas cosas que me faltaban, y me puse a preparar la cena.
Recomiendo tener siempre una caja de arroz Tasmin, ese que es perfumado. Tan rico que lo podés comer solo o muy bien con apenas manteca o queso.
De esa caja utilizamos sólo la mitad. Es rendidor. Pero hay que empezar con tiempo para limpiar los camarones. Prefiero los pelados. Quizá perdés ese juego de desnudarlos que mostraban en la película “Flashdance”, que están ella y él cenando y empieza un juego erótico muy bueno. Pero aquí el juego debería venir por otro lado.



Hervís agua, se la echás encima y dejá que se descongelen. Mientras podés servirte un copa de vino. Y así ves cómo se va armando el clima. A mí al menos me gusta.
Necesitás una cebolla grande o dos chicas. Las picás bien picadas y las ponés a rehogar en un wok. Si no tenés wok en una sartén de teflón está bien. Pero lo preparás así: ponés manteca (si la cebolla es abundante y se te va secando, agregale un poquito de aceite), arriba de ella un poco de curry y un poco de pimentón dulce (este es un agregado que le hago hoy). Esa masala (mezcla) no debe tapar el gusto total de la comida. Fuego despacito y eso arriba. Mientras tenés que poner otra pava a hervir.
Cuando la cebolla está casi transparente pero con el color de las especias, la ponés de fondo en la olla donde vas a cocinar todo. Sobre ese fondo le agregás el arroz y cubrís todo con agua hirviendo y lo pones a fuego suave y más, con algún tiempo de amianto que permite que todo no entre en ebullición muy enseguida.
Agregás un poco de cúrcuma y un caldito (andá probando y salá gusto). Nunca inundes el arroz. Andá agregándole agua a medida que la vaya necesitando.
La cantidad de camarones es de 360 gramos.
Cuando al arroz le está por faltar poco tiempo, le agregás los camarones.
Y voilá.

Te auguro una noche muy linda como la mía. ;-)

PD: Cocina con handicap. Si estás con otra mujer que es mimosa, o besucona, o que te busca constantemente (porque están en los comienzos de la relación) la comida puede llevar un poco más de tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sos muy tierna
Me conmoviste
La cocina y el amor son lo mismo
Bon apetit!
Vale

Elvira P. dijo...

Limadito, qué hago... no me gusta el coco. Saludos.